Ya no tengo ni ira en los bolsillos.
Sólo queda un esqueleto recubierto
de piel tierna,
y la firme promesa de la muerte.
Soledad, pena, y esquirlas afiladas de nostalgia.
Esto es todo.
Por lo demás,
un corazón agarrado a un latido vivo
que simplemente evidencia
el tiempo que me resta hasta el adiós.
A.A.B
Sólo echaré de menos dos cosas, a la gente, y a las personas.
Hoy he dormido en la rama de un cerezo, dos horas que valen una eternidad en el paraíso.
Al final, lo único que te hará feliz, en esta vida, en una forma u otra, es el amor.
No importa si no me quieres, me basta con quererte yo.
No importa si no te caigo bien, a mí tú sí.
Otra garantía que la muerte no da Dios.
Y existirá o no, pero el ying yang sí, porque está en todas partes.
En la dirección en la que eche a andar, veré muros que me llevarán a mi destino, y siendo, irónico, que el destino es sólo caminar.
Y esto no es poesía, es sólo, que hoy he dormido en la rama de un cerezo...
A.A.B
I
Me encanta el viento que se te pasea
Me encanta la forma en que te miro
Me encanta la forma en que te río.
II
Me gusta el río que despliega
Tu risa, tu paseo y mi mirada
Nostálgica, graciosa y confiada
III
me gusta... ¡ay! me gustaría
que un día
tu inocencia, fuera mía
y nuestras manos
fueran paseando de tu risa
por los senderos agrietados de la vida.
A.A.B
Ni como ni bebo ni ando ni bailo ni salgo ni río;
Fumo.
Me planteo.
Ni amo ni odio ni quiero ni puedo ni voy ni me quedo;
Lloro,
canturreo.
Ni temo ni fío ni dudo ni acierto ni vuelo.
Mato, me suicido…
y pierdo.