No tengo versos hoy atados a los dedos.
Esos que se me encendieron un día de ganas de poesía.
No sé, será pues… la alegría.
Esa cosa que te hace reír las tripas
Arder la piel, agita el corazón hasta la luz o las tinieblas
¿Y qué más da?
Y si no me entiendes
¿Qué más da?
Yo voy, yo vengo por el mundo,
Llena de vida. Agradecida.
Y no. No hay poesía en mis dedos hoy, pero hay alegría.
Amor, compartir, Jugar, tentar, Pasear, mirar…
(La hierba está encendida)
No, no es día de poesía
Poesía se parece mucho a melancolía
Por eso, hoy mi día me llama de otras maneras
Me llama de hambre de besos y arena
Me llama de olas batientes y espuma de mar
Me llama de rayo de luna
De sol escondido, invisible, a mis ojos, como siempre ha sido.
Alumbrándolo todo sin ningún prejuicio.
Y así… estando mal escribo bien…
Por eso estos versos perversos
No dicen nada que no pudiera contar un cuento
O una brizna de hierba cantando
A las mil maravillas
Como le hace cosquillas
El rayo más frágil
De su estrella infinita.
Posted in
poesia
7 de julio de 2010, 4:49
Precioso. Como todos.
7 de agosto de 2010, 11:29
Tule tiellä Singing
, koska he sanovat
Hän laulaa huonosti pelottaa
kaunis tarina, rohkea kirjailija