Mi coronel, yo me cuadro,
como cualquier buen soldado
soy su hija
usted, el sabio
el que todo me lo ha dado
mi maestro
mi legado...
con su experiencia vital
me enseña a mejorar
(y si este alumno no supera al maestro
mal alumno, o mal maestro)
le amo mi coronel
si tres consejos me dio
no los hubo mejor.
le amo mi coronel
no olvide, si algo puedo enseñarle
que más que yo le amo
me ama usted
que más que usted me ama,
le ama Él. *
* Dios.
30 de octubre de 2010, 11:41
Muy bonito, seguro que les gusta a todos.
David (y .)
30 de octubre de 2010, 11:59
Gracias...
2 de noviembre de 2010, 9:40
Enternecedor y épico a la vez; sentido, hondo, personal; de una poetisa bienpensante. Me recuerda este lema que figura en las armas herádicas de la Orden de la Jarretera, instituída por Eduardo III de Inglaterra en 1349: "Caiga la vergüenza sobre el que piense mal"
Con cariño (esto no figura)
5 de noviembre de 2010, 7:16
Im-presionante!... y tiene razón Pitt: personal y estemecedor. Sabemos que no conviene cuadrarse ante todo coronel, sin embargo con este... no sólo ponerse firmes, sino mostrarle el mayor de los respetos, el más importante de todos los reconocimientos, el mejor de todos los regalos: ser su hija! Ahí está, mi coronel!
5 de noviembre de 2010, 9:57
gracias.